lunes, 8 de abril de 2013

Francisco Vidal

Homenaje a un artista olvidado
Sin duda, Francisco Vidal es uno de los grandes artistas del Arte de los Argentinos. Dibujante y colorista sin igual, su obra ha trascendido sólo entre los especialistas de arte y es desconocida por el público en general.
 


Es un artista en el cual es necesario detenerse; ahondar, contemplar, hasta acariciar la piel de sus figuras. Hay ternura, serenidad y paz cuando los niños o los jóvenes son sus modelos. Hay sensualidad y romance cuando el sujeto es el desnudo.

                    
En todas sus obras, sus figuras están serenas, tranquilas, en situación de descanso y armónico recogimiento. Hay sencillez, solidez y ternura, uno de los valores fundamentales en la vida, y quizás uno de los más olvidados.



Francisco Vidal nació en Córdoba el 21 de julio de 1887. A los 14 años ingresara a la Academia de Bellas Artes, dirigida nada menos que por Emilio Caraffa, que será su maestro junto a Manuel Caldeñosa, allí se convertirá en auxiliar de cátedra. En 1924 y ya siendo participe de algunos Salones, ganara una beca de 3 años de perfeccionamiento en Europa. Se introducirá hacia el conocimiento de técnicas y sacara el mayor provecho de su estadía en el viejo mundo. Recorrerá España, Italia y Francia. Sin duda que su participación en Salones municipales, provinciales, nacionales e internacionales, como a si mismo una exposición que lograra realizar en Roma, consiguiendo el asombro de los espectadores, lo irán posicionando de forma tal que es inexcusable encontrarlo entre los grandes acontecimientos del arte de aquel entonces. No olvidemos aquí, que Francisco Vidal obtendrá la Medalla de Oro en el Salón Internacional de París de 1937 y solo un año después ganara el -Gran Salón Nacional de Arte, Premio adquisición Presidencia de La Nación. 






Por supuesto que su arte es puro academicismo, sin embargo tenemos que ser un tanto moderados al afirmarlo, porque su trabajo posee soltura, y espontaneidad, escapándose de lo impostado de las poses de sus personajes, que son tomados por asalto en una escena íntima, o interactuando una charla por demás natural. Por supuesto que Vidal forma parte de la afirmación de la pintura de Córdoba y por demás esta decir que sus logros no fueron cosa de unos días, había que realmente trabajar en aquel entonces hasta que los huesos del cuerpo se rompieran de cansancio. 


 


Será Director de la Academia Provincial de Bellas Artes de Córdoba desde 1931 hasta 1950, forjara discípulos, y admiradores hasta el punto de convertirse en una leyenda del arte, que absolutamente ni profesores, ni artistas, ni museólogos, especializados en arte los cuales son muy escasos, pueden ignorar. Quizá con el pasar de las décadas no hubo grandes divulgadores de su vasta obra y de su vida, sin embargo nos animamos a decir que si bien es cierta esa afirmación, le debemos el olvido de grandes artistas como Francisco Vidal a la tremenda campaña de descrédito hacia nuestra cultura, impulsada por nuestros propios gobiernos a través de la indiferencia suma, que perdura hasta el día de la fecha. 
 



Francisco Vidal falleció en febrero de 1980 con él desaparecía nada menos que el bosquejo ultimo de toda una época, donde el arte era mucho mas que dibujar y componer, mas que perspectiva, mas que anatomía, había espíritu, que el artista insuflaba en su obra a costa de perder su propio aliento, quizá después de haber esbozado estas líneas, se nos ocurre que no es en vano rendir aunque mas no sea a la distancia un homenaje a Francisco Vidal el nombre de otro de los genios del arte argentino. 
 

Su capacidad de representar los colores, las texturas, la luz, la composición, su profundo conocimiento del arte clásico incluyendo la preparación de los materiales, lo llevo desde su San Vicente en Córdoba a convertirse en uno de los artistas más importantes de su tiempo, que sin embargo, su fama creció solo dentro de los galeristas expertos e historiadores del arte argentino. 





Para muchos investigadores actuales su arte no ofrece nada del otro mundo, hasta se confunde su técnica con la de otros artistas europeos, y eso puede ser verdad, sin embargo cada una de sus obras son un laboratorio de conocimientos que difícilmente un artista actual podría superar. 
 
 
Plantearse escenas de extrema simpleza y después llevarlas como por encima del tejado, por lo aires, por los cielos y predisponer al espectador ante cualquiera de sus obras a un estado de levitación, contemplar sus trabajos es como estar del otro lado de un vidrio sin ser vistos por supuesto, donde se desarrolla una escena deslumbrante de época.
 

 

 

 



Fueron muchos años que Francisco Vidal desde su concepción de artista consumado brindo uno de los aportes mas excepcionales al arte Argentino. En nosotros queda revalorar su legado, difundirlo y conservarlo para las futuras generaciones. 












                                   











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